FREGADORAS
La máquina fregadora de suelos es una máquina automática capaz de lavar y secar los suelos. La fregadora limpia las superficies aprovechando la acción mecánica de fricción de los cepillos rotativos (uno o más) y la acción química de la mezcla de agua y detergente. El depósito de solución se llena de agua con un porcentaje de detergente que varía de acuerdo a la superficie que se va a lavar, la suciedad que se quiere eliminar y el tipo de producto utilizado. La máquina avanza aportando solución a los cepillos, cuya acción mecánica giratoria elimina la suciedad depositada en el suelo. Al mismo tiempo, la boca de secado de suelos (ubicada en la parte trasera de la máquina) recoge la mezcla de detergente y suciedad, la aspira y la conduce al depósito de recuperación.
Las fregadoras se dividen en dos categorías principales que se refieren al lugar del conductor:
Operario a pie: Son las máquinas conducidas por un operador que las sigue a pie.
Operario a bordo: Son las máquinas provistas de asiento del conductor, desde el cual el operador realiza las maniobras necesarias.
El grupo de lavado, provisto de un motor que hace girar el(los) cepillo(s).
Los depósitos, que suelen ser dos diferentes: uno para el agua limpia (llamado depósito de solución) y otro para el agua sucia, llamado depósito de recuperación, cuya capacidad influye directamente en la autonomía de trabajo y los consumos.
El sistema de secado, compuesto por una boca de succión con lamas de goma y por un motor de aspiración, los cuales influyen en las prestaciones y la calidad del trabajo.
El tipo de alimentación, que suele ser con batería de 24 a 36V, o bien con corriente alterna de 240 V, e influye en la autonomía, las prestaciones de trabajo, el número de operaciones de limpieza que pueden realizarse durante el ciclo de vida útil de la máquina y, por tanto, en su mantenimiento.
El motor de tracción, presente en los modelos automáticos, que influye en las prestaciones de trabajo.
El rendimiento teórico de una máquina se calcula tomando en cuenta el ancho de fregado multiplicado por la velocidad máxima de avance.
Para calcular el rendimiento real también hay que considerar otros elementos:
Tiempos de carga y descarga de la solución de detergente.
Distancia de la fuente de abastecimiento.
Tipo de suelo.
Obstáculos en el ambiente.
Además, para las máquinas con batería, hay que tomar en cuenta una autonomía de trabajo que deriva de la autonomía de las baterías: de una hora y media a cuatro horas, aproximadamente.